Recetas

Hoy estamos de cumpleaños, y vamos a hacer una tarta que, las veces que la hemos hecho, ¡ha encantado!: La tarta de chocolate y cerveza negra o también conocida por la “tarta de chocolate y cerveza guinness”

El cumpleaños es el aniversario de nacimiento de un ser vivo. En muchas culturas es costumbre celebrar el cumpleaños, por ejemplo mediante una fiesta con amigos, en las que se dan regalos al homenajeado. Las fiestas de cumpleaños son muy populares sobre todo entre los niños. Son una oportunidad más para la socialización con los amigos y la familia. En ella, es costumbre entregar regalos al anfitrión y comer una Tarta o pastel al cual se le colocan velas, para que el cumpleañero sople y las apague mientras los invitados cantan alguna canción de cumpleaños.

Bueno… manos a la obra!!!

INGREDIENTES:

Para el bizcocho:

– 250 ml cerveza negra Guinness
– 250 gr. mantequilla
– 80 gr. cacao en polvo sin azúcar
– 400 gr. azúcar
– 140 ml. de nata líquida para montar
– 2 huevos
– 1 cucharadita de vainilla líquida
– 250 gr. harina para repostería
– 3 cucharaditas de bicarbonato

Para la cobertura:

– 300 gr. queso tipo Philadelphia
– 150 gr. azúcar glass
– 350 ml. nata líquida para montar

 

PREPARACIÓN
En una cazuela ponemos a calentar a fuego medio la cerveza negra, sin que llegue a hervir. Cuando esté caliente añadimos la mantequilla cortada en trozos y removemos hasta que se derrita completamente. Retiramos del fuego y reservamos.

Por otro lado, en un bol ponemos el cacao, el azúcar, la harina y el bicarbonato y lo revolvemos hasta que queden bien mezclados y luego lo tamizamos.

En otro bol, ponemos la nata líquida, la vainilla y los huevos y lo mezclamos, hasta conseguir una textura uniforme. Añadimos el contenido de la cazuela (la cerveza con la mantequilla), y lo removemos nuevamente hasta que quede bien integrado todo.

Incorporamos esta mezcla a los ingredientes secos poco a poco y lo mezclamos con unas varillas hasta conseguir una masa uniforme y sin grumos, quedará bastante líquida, no os preocupéis, después solidifica y muestra una textura jugosa y húmeda magnífica.

Vertemos la masa en un molde engrasado y lo horneamos a 180º con el horno precalentado, durante 1 hora aproximadamente, dependiendo del horno que estemos utilizando el tiempo puede ser inferior, por lo que debemos comprobar de vez en cuando que al pincharlo el palillo salga limpio, en ese momento estará hecho. Lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar en el molde.

Mientras tanto, vamos preparando el frosting: por un lado montamos la nata y por otro mezclamos el queso y el azúcar, con cualquier batidor eléctrico hasta conseguir una crema suave. Después le añadiremos la nata, previamente montada y lo mezclamos con movimientos suaves envolventes hasta que estén bien integrados ambos ingredientes.

Ya sólo queda montar la tarta. Hay varias maneras pero la más fácil es desmoldar el bizcocho (cuando ya esté frío), y cubrir con el frosting imitando la espuma de la cerveza, no hay que alisarlo ni nada.

A nosotros personalmente nos gusta cortar en dos o más el bizcocho, rellenar con el frosting, cubrir la tarta completamente y decorar. Así el corte queda mucho más bonito.

También se pueden hacer en forma de cupcakes o incluso en jarras. La verdad, es que de todas las formas quedan bonitas y ni que decir que está buenísima.